Estabilidad en las relaciones

¿Se ha fijado usted alguna vez en una mesa de billar?

¿Ha notado que tiene unas patas muy gruesas que le proporcionan gran estabilidad?

Una mesa de billar suele ser rigurosamente nivelada ya que las bolas nunca deben deslizarse ni medio milímetro más allá de lo que les corresponda por el impulso dado. Los jugadores pueden recostarse tranquilamente para su jugada sin temor de que vaya a moverse ni desestabilizarse.

Para resumir: una mesa de billar podría ser el ejemplo más claro de estabilidad, firmeza, equilibrio y solidez.

Bien, digamos que esta mesa simboliza lo que es, o debería ser, nuestra relación.

Entonces, un día a él se le olvidó el aniversario de bodas; “Pero bueno, como nos amamos, y como es tan noble y tan responsable, eso sería solo como colocar un granito de arena sobre el límpido paño verde de nuestra mesa de billar.

¿Qué es un granito, un simple y solitario granito de arena sobre la sólida, firme, equilibrada y estable superficie de nuestro gran amor? Eso no vale la pena, dejémoslo así”.

Dos semanas después… “Una llamada algo extraña, a una hora inadecuada y él no me hace ningún comentario al respecto ¿Quién sería? ¿Qué raro no?”

Segundo granito de arena sobre la mesa. “Pero, ¿qué son dos diminutos granitos de arena sobre la límpida faz de nuestra estable y firme… etc, etc? Casi ni se ven, no se notan, no se sienten, no causan ningún daño, lo verdaderamente importante es nuestro amor, esos pequeños detalles no van a empañar el brillo de nuestros afectos ni de nuestra confianza, eso sólo les suele pasar a quienes son exageradamente quisquillosos o se dejan llevar por pequeñeces. Nosotros seguimos muy bien”.

Otra semana más tarde, otro detallito, unos pocos granitos de arena aquí o allá, nadie es perfecto, seguramente el lector ya habrá adivinado que un día, cuando menos lo esperaba, la mesa se ha venido estrepitosamente abajo, a pesar del grosor de sus patas y de toda su firmeza, no ha podido soportar durante más tiempo la gran montaña formada por millares de “pequeños granitos” de arena que no fueron suficientemente limpiados, aclarados, solucionados y barridos a tiempo.

¿Qué sucedió? Cualquier detalle, aparentemente intrascendente, o que no hubiera tenido importancia en otro contexto, ha sido “la gota que derramó el vaso” o en este caso “el grano de arena que derribó la mesa”.

No dejen acumular cosas que les “pican” sin aclararlas, conversarlas o dialogarlas lo suficiente hasta que sean eficientemente “barridas”. Por pequeño que parezca un detalle molesto, si usted lo deja acumular y que suceda una y otra vez sin intentar remediarlo, ocurrirá como con la proverbial gota de agua que acaba por taladrar la roca. Un granito de arena puede parecer totalmente inofensivo en medio de “su mesa de billar” pero, ¿alguna vez le ha caído una basurita en un ojo? Ahí si parece importante y adquiere las dimensiones de una roca.

La escucha, la comprension, la atencion a esos detalles son muy importantes en cualquier relacion.


BLOG: http://bienestarfisicoyemocional.blogspot.com/


GRUPO: http://www.facebook.com/groups/261270667232045/

Comentarios